A lo largo de la vida, disfrutamos de la compañía de diferentes tipos de amigos. Los amigos de nuestra niñez a quienes apenas recordamos, los amigos e la escuela, "el mejor amigo" durante la adolescencia, amigos que hacemos en el trabajo, amigos con los cuales compartimos buenos momentos, compañeros de borracheras. A medida que nos hacemos mayores, un amigo con el cual compartimos una taza de café y una conversación. En cualquier etapa de la vida, con cualquier tipo de amistad. Es una conexión pura entre las personas, un vinculo de sinceridad compartida que no está afectada por cálculos de pérdida o ganancia. En las amistades de la niñez, ninguno de los niños tiene suficiente madurez como para apreciar profundamente a otra persona. Sin embargo, durante la adolescencia tener un amigo, creer en él y tratar de corresponder a su confianza y las promesas hechas es realmente nuestro primera oportunidad de retarnos a nosotros mismos. Aún entre las 5,8 billones de personas que habitan este planeta, es muy raro encontrar amigos auténticos e incondicionales con los cuales puedas ser tu mismo y quienes entienden tus sentimientos y forma de pensar, sin necesidad de palabras. Amistades tan valiosas pueden ser nutridas durante muchos años. Las quiero, y las quiero por encima de muchas cosas.
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